viernes, 29 de abril de 2011

¿Sabes qué Utivich? Puede que esta sea mi obra maestra

El 23 de febrero de 2009 me echaba las manos a la cabeza al mismo tiempo que Mark Boal ganaba el Oscar a Mejor guión original por “En tierra hostil”, dejando a Quentin Tarantino sentando en la butaca del Teatro Kodak. Parecía una emboscada de unos Malditos Bastardos en una noche de cine americano, sólo para americanos.


¿Por qué el guión de “Malditos Bastardos” es una obra maestra? ¿Es una casualidad que guiones originales como los de “Memento”, “Amelie” o “Match Point” no ganen este premio?


Dejando atrás esta última reflexión, diré las razones por las que yo creo que el guión de “Malditos Bastardos”, más allá de ganar un premio o no, es una verdadera obra maestra:


1. Los idiomas:

“Una cosa muy buena que tiene esta película es que cada nacionalidad que sale habla su idioma correspondiente en lugar de hacer como si todos hablaran inglés con algo de acento. Así, los alemanes hablan alemán, los franceses francés… Ese es el mundo en el que vivimos ahora, mucho más interesante para el espectador, en mi opinión” Brad Pitt.

El trato que Tarantino le da a los idiomas en el guión es de una calidad exquisita, y gracias a éste se ruedan posteriormente escenas tan brillantes como la rodada en la granja lechera al inicio del relato o más adelante en el cine de Shoshanna con los “Bastardos” haciéndose pasar por italianos.

Alemán, francés, italiano e inglés son los idiomas con los que este guión juega, quizá un texto demasiado europeo para conquistar a los críticos de Hollywood.




2. Internacionalidad:


Hablando de la internacionalidad, en parte creada por el juego de los idiomas, este guión respira una frescura con la que puede disfrutar un espectador de cualquier lugar. En una mesa redonda (entrevista) formada por Rod Taylor, Brad Pitt y Quentin Tarantino, éste último comentaba emocionado el estreno en Alemania de la película. Un fragmento de las palabras de Tarantino:


“Hay que tener en cuenta una cosa, los alemanes están acostumbrados a ver encogidos los films sobre esa guerra. Es su estado permanente, están acostumbrados a ver esas películas con sentimiento de culpa. Siempre es así. Pero en un momento dado de la película empezaron a reírse, se rieron más y siguieron riéndose…Y de pronto, aquel público se puso a pensar: Un momento, estoy viendo un film de la Segunda Guerra Mundial que por fin puedo disfrutar, por fin puedo reírme de eso” Tarantino.



3. Orden del relato:


El orden del relato pasa por ser la misma estructura que se suele utilizar en una novela. La división por capítulos permite a Tarantino saltar de una época a otra, de un lugar a otro, para contar lo que realmente interesa para el transcurso de la historia.


Si bien es cierto que los saltos en el tiempo se realizan de una forma cronológica, podemos observar como las historias relatadas no tienen en un principio mucho que ver las unas con las otras, y que a raíz del avance de esos capítulos se van uniendo de una forma muy natural.


“El set es la iglesia, él es Dios y el guión es la Biblia” Brad Pitt.


martes, 26 de abril de 2011

Cuando el compositor es más que un compositor de BSO

A raíz de emocionarme con escenas que cuentan con la música como elemento esencial he descubierto y a la vez admirado a aquellos que dejando atrás la partitura, ésta se muestra al servicio de un director y de una película en concreto. Hay verdaderos exploradores de una música que alcance la belleza visual de una estética particular. Cuando para realizar esta labor el propio compositor no se pone barreras nace el compositor que vas más allá de la creación de una BSO. Estos son algunos ejemplos:




EDUARD ARTEMIEV


Solaris / El Espejo / Stalker




Habitual compositor de las BSO del cine de Andrei Tarkovsky, Artemiev es un hombre con una venda en los ojos que solo es capaz de quitársela para contemplar las palabras del director ruso.


Tarkovsky siempre ha dejado en un segundo plano la música con el sentido de “orquesta”, de una melodía que pueda ser escuchada en un teatro o auditorio. Para ello, ha propuesto para cada una de las películas que ha trabajado con Artemiev la difícil tarea de realizar una música que se escapa a la tradicional melodía que consta en una BSO. Recordando la época en la que se rodó Stalker (1979), Artemiev habla de Tarkovsky en estos términos:




“Me dijo que él no necesitaba a ningún compositor, el necesitaba el oído de compositor y el dominio magistral del sonido para unirlos y hacer música de ruidos”.


“Se puede agregar una orquesta, pero que no resalte entre los ruidos”.


“Necesitaba al compositor sólo como el organizador de los ruidos”.







MARCO BELTRAMI
Los tres entierros de Melquíades Estrada


Tommy Lee Jones contrató a Beltrami, que por aquel entonces solo había realizado alguna composición para películas de terror y anuncios para la televisión, porque vio que en su currículum (entre otras cosas) había sido aprendiz del genio Ennio Morricone. A partir de ahí, los dos empezaron a intentar crear con la música algo realmente creativo: Tommy aportando su conocimiento de la historia (del guión) y Beltrami con la magia de su música.


Inspirado en el paisaje de la película (que fue lo que más le llamo la atención a Beltrami) comenzó con el proceso de creación de la BSO. De esto último hablan los dos con frases como las que os dejo a continuación (seguro que os sorprenderán):


“Marco creó una composición en la que usó instrumentos extravagantes” Tommy.


“Pensé que la música debía tener un aire natural, indígena y orgánico. Y hay muchas percusiones que usan los nativos americanos que jamás imaginaríais. Por ejemplo, tocan los pinchos de un cactus, y lo usan como instrumento de percusión” Beltrami.


“Investigó la música indígena de México y descubrió que hacían música con las espinas de los cactus” Tommy.


De todas estas frases se desprende una entrega por parte de Beltrami que como dije al inicio del artículo va más allá de un mero compositor de BSO.


KRISTIAN EIDNES ANDERSEN
Anticristo


Andersen recuerda que cuando Lars Von Trier le entregó el guión sabía que iba a ser uno de los proyectos más interesantes para emprender un gran reto. Tenía que sintetizar una película que no era de terror pero buscaba crear malestar y entrar en un terreno psicológico.


“Lo quisimos hacer con una mezcla de diseño de sonido y alguna música de fondo que se compusiera sin instrumentos de verdad, sino con instrumentos inventados por nosotros. La condición que nos impusimos fue utilizar materia orgánica, podíamos usar piedras, agua, voces…” Andersen.



“Lo que tenemos aquí es un sonido único que hice con crin de caballo sobre unas ramas finas” Andersen.



Uno de los sonidos que más fotogramas recorren es el sonido ideado a partir de juntar diferentes tipos de hojas y soplar entre ellas. Todo esto formó parte de un trabajo lento y costoso de, repitiéndome, un compositor que va más allá.


Para finalizar, os voy a dejar las palabras transcritas de Andersen sobre algo que me llamo increíblemente la atención y me parece no de ser un temerario o un loco, sino de ser un ARTISTA.



“También quisimos grabar el interior del cuerpo. Así que me tragué un micrófono. El revolvimiento que me dio, y los movimientos y sonidos que hay allí dentro, los gravé y también los sampleé. […] Tiene bastante efecto y ya es desagradable de por sí solo. Suena como la sangre corriendo y uno siente la respiración de fondo. Andersen”.



*Si ha alguien le interesa además de la película lo que he comentado sobre la realización de la BSO de la película, recomiendo totalmente su compra en la edición coleccionista.

sábado, 23 de abril de 2011

Próximamente... A Band Apart

Filósofos, psicólogos, arquitectos, diseñadores, músicos… todos irán llegando a la nueva sección del “hombre de cristal” porque todos ellos tienen algo en común: su amor por el cine. Os dejo con el video promocional y un pequeño fragmento de lo que os podréis encontrar muy pronto…



jueves, 21 de abril de 2011

¿Por qué se han hecho estas películas?

“Esa es otra historia” diría el barman de Irma la dulce, pero la verdad es que es la misma historia repetida dos veces. Los primeros en lanzar la primera piedra fueron aquellos que creían ver en las nuevas tecnologías la salvación de las deficiencias de un cine mudo que ya se veía antiguo (a pesar de la grandiosidad generada en su momento). Esto sucedió en el caso de Los diez mandamientos (1923 y 1956), una historia repetida en manos de un mismo director: Cecil B. DeMille.



Algo parecido ocurrió con Ben-Hur, la adaptación a la gran pantalla de la novela de Lewis Wallace en primer lugar por Fred Niblo en 1925 y en segundo lugar por William Wyler en 1956. Podemos ver distintas justificaciones (los Oscars puede ser una de ellas) pero en un primer momento dices “¿Por qué han hecho estas películas?”


América, América




En 1997 un joven Alejandro Amenábar cautivaba al público y a la crítica con una película totalmente revolucionaria del género (más si la enmarcamos dentro del cine español): Abre los ojos. La película tenía tanta fuerza que las distribuidoras podían lanzarla prácticamente a cualquier mercado del mundo, pero en EEUU las cosas no son igual, sólo se quiere lo realizado en el mismo país. Así llegó en 2001 una versión cutre del mismo texto de Amenábar con el título de Vanilla Sky dirigida por Cameron Crowe (y encabezada por la cara bonita de Tom Cruise). Recordando el legendario diálogo de Pulp Fiction… ¿Por qué una “Royale con queso” que viaja de París a EEUU hay que cambiarla de nombre por “un cuarto de libra con queso” si la hamburguesa es la misma?



Si para hacer la versión americana de Abre los ojos necesitaron cuatro años, ahora las cosas van más rápidas. Así si el director sueco Tomas Alfredson revoluciona el género de “vampiros” con Déjame entrar (2008), a los dos años sale la versión americana llamada de la misma forma pero eso sí, americana (dirigida por Matt Reeves).







¿Repetimos en América?




Michael Haneke lo tiene claro: si la película tiene que ser de EEUU para llegar a EEUU, yo dirijo la misma película que realicé hace 10 años. Esto es lo que debió de pensar cuando en 2007 repetía su exitosa Funny Games. Os dejo con un video comparando las dos versiones en uno de los diálogos mejor elaborados de la historia del cine: los dichosos huevos...









Después de ver el video… ¿La razón de hacer una fotocopia de una película es eliminar los subtítulos? Parece tratarse de una broma muy pesada, pero así es.




¿Y esto?



Hitchcock tendría mucho vértigo si levantase la cabeza para ver la versión de Psicosis de Gus Van Sant en 1998 ¿Cómo se puede hacer un remake repitiendo plano a plano la película original? Yo no encuentro una explicación.









martes, 19 de abril de 2011

Próxima cita: Festival de Cannes

Del 11 al 22 de mayo vamos a disfrutar del mejor festival de cine del mundo: Cannes. En la edición 64 el seleccionado para ocupar la butaca de Presidente del Jurado de largometrajes ha sido el veterano Robert de Niro. Por otra parte, la película encargada de inaugurar el festival será Midnight in Paris de Woody Allen.








Una vez conocida la lista oficial de películas que van a competir por la Palma de Oro, mis apuestas son las siguientes:





The tree of life de Terrence Malick



Terrence Malick hace películas a cuenta gotas, pero cuando cae un de esas gotas es para tenerla en cuenta. The tree of life cuenta con un reparto de lujo (Brad Pitt o Sean Penn entre otros) y una historia de las que suelen calar hondo en Hollywood: película de época que nos traslada a los años 50´ para acercarnos a la vida de una familia y sobretodo de un niño (y luego adulto) llamado Jack. La cosa no se queda aquí, ya que a través de la aparente sencillez de este relato el director pretende contarnos paralelamente la historia del universo desde sus inicios.


Veremos a ver que es lo que pasa según nos vallamos acercando al festival y la reacción del público asistente a la proyección oficial, pero creo no estar muy lejos si digo que este puede ser el año de Terrance Malick: para mí la gran favorita.





Melancholia de Lars Von Trier


El controvertido director danés Lars Von Trier estrena Melancholia dos años después de hacer lo propio con el polémico Anticristo. Trier ha descrito esta película como “un film psicológico de desastres” y como con todas sus películas seguro que dará de comer a toda la prensa que cubra el festival (nacional e internacional). No olvidemos la rueda de prensa que ofreció hace dos años con las siguientes declaraciones:









Podemos estar ante una obra maestra o ante una obra menor, pero en ambos casos estaremos hablando de una gran película de uno de los directores más particulares, únicos e influyentes que tenemos hoy en día. Por cierto, mucho ojo con Charlotte Gainsbourg, ganadora de la Palma de Oro en 2009 y que repite con el “mejor director del mundo”.




La piel que habito de Pedro Almodóvar


Pedro Almodóvar ha decido estrenar su esperada y nueva película en Cannes, por lo que toda la prensa española centrará sus ojos en ella y en la reacción que se produzca tras la proyección del film.


La piel que habito parte como una película anómala dentro del cine al que nos tiene acostumbrado el director manchego, pero sin ninguna duda que su sello seguirá presente en cada una de las escenas. El proyecto ha sido guardado con bastante secretismo por parte de todo el equipo y la noticia más sonada desde que se empezase a rodar fue el reencuentro entre Almodóvar y Banderas después de 20 años (Átame!, 1990).







domingo, 17 de abril de 2011

Presentación del hombre de cristal

El proyector se presentaba como verdugo de la nocturnidad y abatir de la retina: el Fausto sin la tentación del diablo. Se podría decir que a través de esa Linterna mágica[1] la decadencia de un cuerpo perdido en su Metrópolis encontraba su lugar para soñar, era un sueño dentro de una nube que dibujaba imágenes a su antojo.



La pantalla podía ser atravesada por un tren[2] con destino a Ciotat, podías ser testigo del primer viaje a la luna (acompañado de Méliès) y la gente sorteaba los azulejos del suelo para pisar aquellos que sólo fuesen de color amarillo: cantando el we're off to see the wizard. Esas largas cintas de celuloide adquiridas por circos ambulantes y feriantes trasladaban otra realidad a aquellos lugares en los que no conocían más que la suya propia: la monotonía se aceleraba, los rasgos se exageraban, el piano podía ser tocado con un solo dedo y la parte contratante se hacia con cuatro hermanos…



“Lo más difícil son las miradas, a veces me parece que cambian de expresión en cuanto me doy la vuelta” Amelie.



Cambian las miradas para vivir un sueño eterno que llega hasta las primeras pinceladas de color, cuando la diferencia era tal que mientras unos robaban bicicletas (o limpiaban botas) otros vivían en el crepúsculo de los dioses. Repetición de un mismo cuadro para unas miradas que cambiaban de expresión, para una luz que se presentaba más viva que nunca.



¡Qué bello es vivir en una pantalla de cine! Segunda Guerra Mundial y Guerra Fría y la gente pudiendo pasar un verano con Mónica o menguar hasta esconderse en una casa de muñecas…



“Él es el hombre de cristal, debido a una enfermedad congénita sus huesos se parten como el cristal, por eso todos sus muebles están acolchados, un apretón de manos le podría triturar los metacarpos. Lleva veinte años sin salir de casa.” Amelie.



El cine es como El hombre de cristal: pinta año tras año el mismo cuadro de Renoir y en cada lienzo termina descubriendo una mirada diferente. Sin olvidar que el cine es de cristal y sus huesos son realmente débiles (a pesar de contar en el reparto con la Mamba negra o con el mismísimo William Wallace), intentemos que no salga demasiado de casa y si lo hace que no sea para viajar a Pandora.














[1] Fábula escrita por Ingmar Bergman y publicada en 1995



[2] Esto a Cameron le puede resultar increíble, pero así era.